Hace un mes aproximadamente recibí la primera y muy deseada visita: ¡mis padres! Nos encontramos en Saigon, dónde pasamos el fin de semana juntos. Durante 5 días estuvieron viajando por su cuenta por el norte de Vietnam y el viernes siguiente a su llegada nos encontramos en Kuala Lumpur.
Estuvimos un fin de semana en esta ciudad que nos sorprendió y gustó muchísimo. Una ciudad moderna que no olvida las tradiciones, limpia, muy friendly y super multicultural. Yo, la verdad, estuve poco más de un día y me quedé con ganas de volver. Mis padres estuvieron más tiempo y pudieron visitar las cuevas Batu, que están a las afueras de la ciudad. Visita muy recomendable a la que, según me contaron, hay que ir mentalizado para subir escaleras!
Lo primero que hicimos, tras disfrutar de un bueníssssimo desayuno en el hotel, fue ir a la Torre Kuala Lumpur (Menara Kuala Lumpur). Desde allí las vistas son impresionantes y es un buen sitio donde empezar la visita a esta ciudad porque le permite a uno hacerse una buena idea de lo que le espera.
La sala estaba preparada para una boda que tendría lugar esa misma tarde... Boda con vistas privilegiadas pero sin una gota de alcohol, claro!
El paseo continuó por los alrededores de las Torres Petronas, las más famosas de la ciudad. Este barrio está lleno de oficinas, centros comerciales y las mejores y más caras tiendas de ropa y joyas. ¡Un paseo por el lujo!
Las dos noches que estuvimos allí cenamos de maravilla pero de formas muy distintas! Una de las noches cenamos en un restaurante tailandés buenísimo, con la decoración cuidada hasta el mínimo detalle y la comida excelente.
Sin embargo, la experiencia fue más auténtica la noche que cenamos en la calle Alor (Jalan Alor), que es la principal calle de vendedores ambulantes. Está llena de puestecitos de frutas y verduras y de restaurantes. Además hay unos puestos de comida muy curiosos dónde eliges los "pinchitos" que quieres y, en función de los que escoges, o bien te los haces al vapor tú mismo, o bien te los hacen a la plancha. Todo ello acompañado de unas salsas buenísimas: de soja, de cacahuetes o picante.
Y la magia llega cuando cae la noche... Si esta ciudad ya impresiona de día, de noche te deja totalmente boquiabierto! Las Torres Petronas iluminadas parecen una joya. Además, nosotros fuimos antes de la celebración del Año Nuevo Chino, de modo que toda la ciudad estaba decorada para la ocasión: las calles eran mares de luces y los centros comerciales estaban bien engalanados para recibir el nuevo año!
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El viaje por Malasia continuó con 5 días de relax en una islita llamada Langkawi. ¡Nos trasladaremos al paraíso en el próximo
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